La legislación española establece diferentes vías legales para resolver los conflictos, desde el litigio hasta la mediación, ambas con las mismas garantías legales.
Y esta es nuestra labor: gestionar y resolver conflictos con todas las garantías legales. Trabajamos para que las partes implicadas lleguen a un acuerdo global satisfactorio.
Según nuestra experiencia, una sentencia da una respuesta jurídica a un conflicto, pero muchas veces la solución no se ajusta a la realidad de las partes. Esto puede provocar que la resolución sea difícil de aplicar, que las partes se sientan frustradas y que, a la larga, se acabe volviendo a los tribunales.
Resolver el conflicto mediante la mediación permite que los acuerdos se adapten a la realidad de las partes: son efectivos y se consigue rebajar la tensión. De esta manera se garantiza que el acuerdo legal sea duradero en el tiempo.
Desde la empatía, mantenemos la imparcialidad y una actitud de escucha activa. Para tener una visión global del conflicto, nuestros profesionales analizan los siguientes elementos:
- Determinar qué personas son las protagonistas y afectadas en el conflicto.
- Conocer la historia y la relación entre las partes en conflicto.
- Tener en cuenta los sentimientos que entran en juego: tristeza, ansiedad, preocupación, agotamiento, etcétera.
- Entender las percepciones de los implicados.
- Evaluar posiciones, intereses y necesidades de las partes.
- Trabajar las alternativas para hacer viable el acuerdo.
Todo el proceso cuenta con profesionales del mundo jurídico y un equipo pluridisciplinar. El objetivo final es que el acuerdo legal final suponga un win-win para las partes en conflicto, que todos sientan que ganan.
Trabajamos con confidencialidad para ofrecer soluciones efectivas, asequibles, satisfactorias y duraderas en el tiempo.